Guidline to parents Inviting a friend home to play

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Mamá ¿puede venir Marta a jugar?

 

Si estás al mando de un día de juegos con niños ten en cuenta lo siguiente:

·         Lo idóneo es acordar con sus padres las estrategias a seguir, las normas particulares de cada casa y preguntarles cualquier otra advertencia que tengan que hacerte sobre su hijo.

·         Aprovecha y fija con ellos el tiempo que durará la visita.

·         Cuando su amigo venga a casa asegúrate de que se sienta cómodo y seguro. Háblale o pregúntale sobre sus padres para que no se sienta nervioso ni abandonado.

·         Procura que no se sienta obligado ni intimidado a hacer algo que no le guste.

·         No favorezcas al invitado frente a tu hijo, o considerará que le has traicionado y sentirá resentimiento hacia su amiguito.

·         Permite que sean los niños los que jueguen y organicen sus juegos sin interferir, a no ser que te inviten a participar o te pidan ayuda.

·         Trata a tu visitante con respeto y recuerda que está fuera de su ambiente y puede portarse mal simplemente por nerviosismo o ansiedad. Haz lo posible por que se sienta seguro.

·         No te alarmes si el comportamiento de tu hijo cambia cuando están sus amigos delante. Ahora ellos son su prioridad y quiere gustarles y ser aceptado. Tratará a toda costa de mostrar su independencia.

Mamá, ¡Marta me ha roto mi muñeca!

 A pesar de querer estar con un amigo jugando todo el día, no es extraño que se pelee con él o discutan en alguna ocasión. En ese caso, ¿cómo debes actuar?

·         En principio no deberías tomar parte en los pequeños desacuerdos entre ellos, seguramente se resolverán sin tu intervención. Pero no les dejes sin supervisión, es preferible tenerlos al alcance, al menos, de tu oído.

·         Si crees que la disputa se está calentando y puede llegar a convertirse en algo más grave, actúa.

En estos casos la  mediación del adulto es necesaria, para suavizar las cosas y animarles a los dos a que cuenten lo sucedido y expresen lo que quiere cada uno, con el fin de que resuelvan el conflicto por ellos mismos, en lugar de repartir culpas y sanciones. Probablemente una vez hayan contado lo ocurrido se tranquilizarán, olvidarán sus diferencias y volverán a jugar tan contentos.

·         Si no es así, intenta buscar una solución que guste a ambos. No te posiciones al lado de ninguno, especialmente si no has visto lo que ha ocurrido.

·         Si tampoco funciona proponles un descanso, que puedes aprovechar para darles la merienda, para que vean una película  o cambien a otro juego totalmente diferente y más calmado. Ten en cuenta también que el cansancio debilita su capacidad para aguantar frustraciones por eso tampoco es conveniente que la visita dure más de un par de horas.

·         Si es necesario regañar a su amigo critica su comportamiento o su mala acción y no al niño.

·         Si su comportamiento es muy malo o agresivo recuérdale que este tipo de actitud no es aceptable en tu casa.  No es tu papel educar a los hijos de otro, el niño podría asustarse y sus padres malinterpretar tu acción. Es preferible que te pongas en contacto con ellos y les cuentes la situación.

 

Fragmentos tomados de artículo de

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